Testimonio de Maria José Cuevas
Tuve la oportunidad de viajar al extranjero y tener experiencias culturales en varios países. Pero ninguna se compara a la experiencia vivida en Japón. Fueron dos semanas intensas, llenas de adrenalina y sobre todo mucho aprendizaje. Desde que bajás del avión y mirás los carteles en los cuales lo único que descifras son las imágenes, hasta sentarse a cenar y pedir un plato de comida al azar por no entender lo que dice el Menú.
La amabilidad de los japoneses, sin siquiera poder comunicarse verbalmente con nosotros, la pulcritud, el orden, el respeto, hace de ellos personas ejemplares.
Tampoco quiero dejar pasar lo enriquecedor del curso, no sólo gracias a los disertantes, sino a los compañeros mismos. El intercambio cultural entre compañeros fue provechoso, poder compartir experiencias empresariales e intercambiar ideas.
Insto a las personas que tengan la oportunidad de leer este testimonio, a que se tomen el tiempo de realizar esta clase de cursos, debido a que son experiencias únicas que marcarán sus vidas para siempre.